Es decir, la que armás con lo que tenés a mano, en el tiempo que podés.
Más vieja me pongo y más valoro mis recuerdos culinarios de la infancia. Creo que llegué a ese punto donde cada experiencia se valora más, y aún esas cosas que de chicos nos resultaban un poco raras. Mi familia siempre fue bastante particular, por más de una razón, pero vamos a hacer foco en sus orígenes.
Mis abuelos paternos eran alemanes, terminados de criar en Entre Ríos. Hablaban español dudoso, pronunciando la r "eshe" y con mil sustantivos inventados. Los dos eran super habilidosos con las manos, creativos, trabajadores, multifacéticos. Creo que heredé muchas cosas de por ahí. Los extraño con una sensación física muchas veces y me hacen sentir orgullosa cuando hablo de ellos.
Mi abuelo materno era paraguayo, pero formoseño por elección. O porque se enamoró de mi abuela. También ellos eran multi habilidosos, tal vez antes todos lo eran... Mi abuela falleció a los 15 años de mi mamá, así que nunca la conocí, y mi abuelo vivió con nosotros toda la vida.
Todos, todos en mi familia cocinan bien. Ninguna persona, hombre, mujer, niño, alienígena, le tiene miedo a la cocina, a los sabores y no le escapa a una oportunidad de una juntada con fuego y algo arriba. Se imaginarán que el veganismo no es el fuerte de mi ascendencia.
Se hizo muy larga la historia, otro día la retomamos. En mi casa se comía sopa paraguaya para las fiestas, los fines de semana, los martes, a la noche, bah, todo el tiempo.
Sopa paraguaya moderna
2 cebollas grandes
2 huevos
1 taza de polenta activada y colada
1/2 taza de harina integral o semita de maíz
1 cda polvo de hornear
1/4 taza de aceite
1 cdta pimentón dulce
pizca de pimienta
Sal marina
puñadito de hierbas frescas o secas (tomillo, romero, salvia)
1/2 taza de cubos de quesos surtidos
Encender el horno a 175°
Cortar las cebollas en rebanaditas y espolvorear con la sal. Dejar reposar para que se deshidraten un poco.
En otro bowl, preparar la masa mezclando los huevos, la harina, el polvo de hornear, la polenta, el aceite y sal.
Incorporar la cebolla a la masa y mezclar.
Rociar una pizzera o una fuente que elijan con aceite y verter la mezcla.
Distribuir los cubos de queso por encima y agregar unas ramitas de hierbas.
Hornear por 30' o hasta que esté bien dorada por encima.
Se puede servir caliente, tibia o fría.
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